La emoción del éxito es irremplazable
El comentarista de WorldSBK, Steve English, se adentra en los sentimientos contrastados de las carreras
Las carreras de motos están llenas de altibajos. Cuando un piloto gana carreras, todo es fácil. Cuando cambia la marea, puede ser difícil encontrar el ánimo. Esto fue sin duda el caso del Ten Kate Racing, cuando a finales de 2018 su mundo se puso patas arriba. A los holandeses, diez veces campeones del mundo, les llegó la peor noticia posible: Honda no continuaría con su colaboración. Sin motos, ni pilotos, ni patrocinadores, no había tampoco futuro.
En su momento Ronald Ten Kate, gerente del equipo, no se guardó nada: “Hemos competido junto a Honda desde 1994. Desde 2005 hemos sido EL equipo de Honda en este paddock. Todo llega a su fin, pero también es importante cómo llega. Se puede hacer de manera caballerosa, y se puede hacer con saña. No creo que este divorcio se haya hecho de manera caballerosa.
A falta de lo demás, a Ten Kate no le faltó motivación para encontrar la moto adecuada para volver a WorldSBK y volver a demostrar su valía. La oportunidad de trabajar con Yamaha era demasiado buena como para rechazar. La moto es competitiva y está bien establecida. Con Loris Baz, encontraron un piloto de mucha clase, pero también uno sin un podio desde 2014. Hasta que llegó Portimao en 2020.
La emoción que vimos el domingo, tanto por parte del piloto como de su equipo, era mucho más que el simple hecho de volver al podio: fue una reivindicación. Equipo y piloto se habían sentido menospreciados y, por fin, volvían al primer plano. Sin Honda, que decidió apoyar a Moriwaki para 2019, este era el momento en el que Ten Kate mostraba su poderío como equipo. Y para Baz, esta era la demostración de que en seis años ha dado pasos agigantados hasta convertirse en un piloto mucho más completo que el que se marchó amargamente de Kawasaki.
Baz y Ten Kate se encuentran en terrenos desconocidos. Han desarrollado su YZF R1 por un camino diferente al de las Yamaha de fábrica; Baz, el piloto más alto de la parrilla, requiere una configuración muy diferente a los demás pilotos. Ten Kate encontró la manera de darle lo que él quería en la moto; a cambio, él ha florecido en este entorno. Con Mick Shanley como jefe de mecánicos, se ha integrado de manera perfecta al equipo.
“Seis años es mucho tiempo, soy una persona diferente ahora”, admite Baz. “Como a cualquier otro, la experiencia me ha hecho mejor, me ha enseñado cómo entrenarme y soy mejor piloto ahora. Ha sido mucho tiempo, pero estoy orgulloso de lo que he logrado con Ten Kate. Hemos estado arriba en las últimas carreras, pero siempre nos faltaba algo, pero hoy hemos llegado al podio”.
Ahora el objetivo será llegar más regularmente y luchar por victorias. En Portugal, vimos que Baz era rápido todo el fin de semana, pero su caída en la Carrera 2 le costó al equipo la posibilidad de conseguir más puntos. Con un doblete de Aragón en el horizonte, la importancia de puntuar en los circuitos propicios será mucho más clara. La de MotorLand será una visita dura para Ten Kate, aquejados todo el año de una falta de velocidad punta. Las largas rectas de Alcañiz pondrán el foco sobre esta debilidad y les castigará, sin mencionar que será además su primera visita con Yamaha o Baz.
Era importante aprovechar el momento en Aragón. Lograron el podio y con él cierto alivio, pero en las carreras nunca desaparece la presión. La presión de las expectativas, la presión del rendimiento: son omnipresentes. El objetivo ahora es claro para Ten Kate: volver al podio y no dormirse en los laureles.
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